UN ANTES Y UN DESPUÉS EN LA ERA DE LOS VIDEOJUEGOS
Mármoles Pedro Lifante
Ha llovido mucho después de que, tras la Segunda Guerra Mundial, las potencias vencedoras apostasen por súper ordenadores, enormes aparatos que, ya a partir de los 60, permitiesen instalar programas de carácter lúdico, los cuales no tardarían en extenderse. No obstante, sería la década de los 80 la que provocaría una considerable fiebre, en una etapa de progreso tecnológico dominada por la industria consumista, donde cualquier elemento solía quedar obsoleto en un par de meses… ¿Quién pudiese volver el tiempo atrás? ¿Quién fuera joven para seguir acudiendo a los recreativos del barrio, con el bolsillo lleno de monedas de cinco duros? ¿Quién no volvería a jugar en las primeras máquinas? Sí, aquellas con las que se mataban zombis con una pistola de plástico, o se conducían coches de fórmula 1 con movimiento incluido. Los billares y futbolines parecían de otro planeta ante tanta ciencia, que no paraba de evolucionar.
Sin embargo, el tiempo pasa… Se escabulle como arena entre los dedos. Lejos han quedado los primeros gráficos, condenados a enormes píxeles, dando paso a un realismo abrumador, que dota al jugador de todas las herramientas necesarias para formar parte en primera persona de un contexto perfecto, donde no falta de nada y todo es posible. Terror, zombis, guerras, estrategia, fútbol o ciencia ficción son sólo algunos de los temas más exprimidos y que, sin embargo, mejores frutos están dando en este siglo XXI.
Este año, los premios BAFTA Games Awards, entregados en Londres, han vuelto a reconocer la labor de software y creatividad de los desarrolladores de videojuegos, siendo uno de los más exitosos Inside (Drita, 2017): su logro artístico, su diseño y su narrativa han sido verdaderamente sublimes. Lo más importante es, quizá, su sabiduría a la hora de transmitir sensaciones en base a una peculiar historia, contada a través de los saltos de un niño por escenarios surrealistas y la consecución de una serie de puzles: gracias a su intuición, el jugador puede superar todos esos obstáculos casi sin darse cuenta, en un juego donde la crueldad y la hostilidad se alían con la inteligencia y la narrativa, creando una experiencia de supervivencia única (Quesada, 2016).
Por encima de estos reconocimientos, hubo otro videojuego con el mayor premio de la noche, el de mejor juego del año… Y no podía ser de otro que de Uncharted 4, capaz de adelantarse al resto de nominados de la categoría. “El desenlace del ladrón” se ha convertido en uno de los mejores juegos de acción y aventuras sin precedentes: ya no sólo ha ganado en jugabilidad y complejidad, sino en extensión de escenarios y calidad gráfica. Tres años después del último de la saga, su personaje debe abandonar la tranquilidad de su vida matrimonial para, junto a su hermano (al que creía muerto), buscar el legendario tesoro del pirata más rico del mundo (MeriStation, 2016).
En cierto modo, estas letras saben a nostalgia… Puede que, en estos casos, no siempre un tiempo pasado fuese mejor. Sin embargo, y lo que sí queda claro, es que la memoria de esta generación todavía recuerda con un buen sabor de boca echar unas partidas al Pac-Man, en los salones recreativos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Drita (2017, 7 de abril). BAFTA Games Awards 2017: Y el mejor juego del año es… [en línea], en Engadget. Disponible en: http://es.engadget.com/2017/04/07/bafta-games-awards-2017-mejor-juego/?fb_comment_id=1268374603270510_1345480498893253#f38d76d130fe208 (19 de julio de 2017).
MeriStation (2016). Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón [en línea]. Disponible en: http://meristation.as.com/playstation-4/uncharted-4-el-desenlace-del-ladron/juego/1934381 (19 de julio de 2017).
Quesada, D. (2016, 31 de agosto). Análisis de Inside para PS4, lo nuevo de los creadores de Limbo [en línea], en Hobby Consolas. Disponible en: http://www.hobbyconsolas.com/reviews/analisis-inside-ps4-nuevo-creadores-limbo-66034 (19 de julio de 2017).