MONUMENTALISMO Y SOBERBIA: EL SIMBOLISMO DEL ACUEDUCTO DE SEGOVIA
España cuenta con maravillosos rincones dignos de postal, algunos más explotados que otros… Parajes recónditos y no tan recónditos se arremolinan en todas las comunidades autónomas, entre ellas, Castilla y León, hasta el punto de crear las mejores vistas de los estilos arquitectónicos más importantes, gracias al adorno evidente de la mejor ingeniería romana conservada como paño en oro. El Acueducto de Segovia es uno de los monumentos más emblemáticos de España, pero ya no sólo eso: este sistema de irrigación, el cual permitía transportar agua desde su nacimiento en La Acebeda hasta la ciudad, es más joven de lo que se imaginaba hasta la fecha. Según unos estudios recientes, las primeras piedras del célebre Acueducto de Segovia fueron colocadas unos años más tarde de lo que se había creído hasta el momento, es decir, de principios del siglo II d. C. a finales del reinado del emperador Trajano o principios del de Adriano. La nueva datación del monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985, ha sido posible gracias al análisis de una serie de restos arqueológicos procedentes de una excavación que se llevó a cabo en 1998 (Huguet, 2016): curiosamente, los materiales de construcción encontrados en la base de los pilares que lo sostienen corresponden a los primeros años del siglo II d. C. cuando, hasta el momento, se solía ubicar todavía en el siglo I de la misma etapa.
La parte más visible y, por ende, la más famosa, es la arquería que cruza la Plaza de Azoguejo de Segovia. En este punto concreto, el acueducto se convierte en un símbolo irrefutable de la ciudad, representativo a nivel nacional e internacional y con una importante recepción diaria de turistas. En total, este monumento recorre unos 17 kilómetros desde su nacimiento hasta la ciudad y, primeramente, recoge el agua en una cisterna conocida como El Caserón, para ser conducida por un canal de sillares hasta la Casa de las Aguas, donde se decanta y desarena para continuar su camino. Posteriormente, recorre 813 metros hasta lo alto del Postigo, espolón rocoso sobre el que se asentaba la ciudad en torno al Alcázar, donde salvaba la depresión del terreno la arquería que, hoy, representa todo el esplendor de una verdadera obra de arte. En su parte más elevada mide 28 metros, con alrededor de 6 metros más de cimientos, y tiene dos alturas de arcos sobre los pilares. En total, el Acueducto de Segovia cuenta con 167 arcos (De Contreras, 1973).
El Acueducto de Segovia se convierte llegados a este punto, en una obra magistral de arquitectura edificada en Piedra Natural: concretamente, está construida con sillares de granito asentados sin ningún tipo de argamasa entre ellos. Sobre los tres arcos de mayor altura se prevé que, en época romana, se hallase un cartel con letras de bronce donde constara tanto la fecha como el constructor. También, a lo alto, pueden verse dos nichos, uno a cada lado: si bien es cierto que uno de ellos albergó la imagen de Hércules Egipcio, en tiempos de los Reyes Católicos se colocaron en ellos tanto la imagen de la Virgen de la Fuencisla, patrona de la ciudad, como la de San Esteban. Hoy en día tan sólo puede apreciarse la imagen de la virgen (De Contreras, 1973).
La línea de los arcos se levanta organizada en dos alturas, con una decoración muy simple en la que predominan unas sencillas molduras que consiguen enmarcar y estructurar el monumento. En la época de los Reyes Católicos se realizaría la primera reconstrucción del acueducto: se reedificaron 36 arcos con sumo respeto hacia el hito arquitectónico más importante de la ciudad (De Contreras, 1973). De hecho, el acueducto se ha mantenido en activo a través de los siglos, lo que ha permitido que, en tiempos presentes, su estado de conservación sea indiscutible, a pesar de la contaminación medioambiental y la erosión propia del granito. Si bien es cierto que el tráfico de vehículos hasta principios de los 90 y las actividades musicales a sus pies lo han ido perjudicando (Martín, 2016), un minucioso proceso de restauración que ha durado casi ocho años bajo la dirección del arquitecto Francisco Jurado está permitiendo garantizar su supervivencia.
Las gentes del lugar han mantenido, con el paso de los años, una muy misteriosa leyenda en torno a la construcción del acueducto que parece justificar, además, su magnífico estado de mantenimiento. Dicen que había una niña que, todos los días, subía hasta lo más alto de la montaña y bajaba con el cántaro lleno de agua. Un día, cansada de aquella situación, pidió al diablo que construyera algún medio para que no tuviera que subir y bajar todos los días cargada con el cántaro. Entonces, una noche cualquiera, el diablo apareció para concederle el deseo a cambio de una malvada propuesta: si conseguía terminar el acueducto antes de que cantara el gallo, le tendría que dar su alma. La niña accedió y el diablo comenzó a construir su acueducto, pero la niña no tardaría en arrepentirse de haberlo deseado. Justo cuando le quedaba una piedra para terminar, cantó el gallo, por lo que el diablo fracasó y la niña no perdió su alma. Se dice que el hueco que quedó es donde ahora reposa la imagen de la Virgen de la Fuencisla.
La Plaza de Azoguejo se ha convertido, por tanto, en un emplazamiento sin igual, capaz de albergar el acueducto mejor conservado del mundo, más grande que el existente en la propia Roma. El Acueducto de Segovia se erige, de este modo, como una obra maestra, compuesta por un total de 20.400 bloques de Piedra Natural (granito) que no están unidos entre sí por masa ni por cemento alguno. Este monumento mantiene un equilibrio magistral que le ha permitido sobrevivir durante miles de años ante las más variadas incidencias meteorológicas y las más duras actividades humanas, tales como nuestra propia historia, la contaminación medioambiental o acústica.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
De Contreras y López de Ayala (1973). Segovia. Barcelona: Noguer y Caralt Editores.
Huguet G (2016, 4 de noviembre). El acueducto de Segovia es más reciente de lo que esperábamos, en National Geographic [Internet]. Disponible en: http://www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/acueducto-segovia-mas-reciente-que-pensabamos_10826/2 (16 de febrero de 2017).
Jimeno I (2016, 7 de noviembre). ¿Por qué el acueducto de Segovia ha rejuvenecido 20 años?, en ABC [Internet]. Disponible en: http://www.abc.es/espana/castilla-leon/abci-acueducto-segovia-rejuvenecido-20-anos-201611071225_noticia.html (16 de febrero de 2017).
Martín A (2016, 31 de octubre). El hallazgo de un sestercio cambia la edad del acueducto de Segovia, en El País [Internet]. Disponible en: http://cultura.elpais.com/cultura/2016/10/31/actualidad/1477929489_402129.html (16 de febrero de 2017).
UNESCO (1985). Old town of Segovia and its Aqueduct [Internet]. Disponible en: http://whc.unesco.org/en/list/311 (16 de febrero de 2017).